Decir con quien van en una elección presidencial sería una actitud ejemplar de las líneas editoriales de los medios de comunicación de Costa Rica. Es un acto de transparencia con las personas lectoras, televidentes y radioyentes.
Está ocurriendo en Estados Unidos donde al menos tres de los periódicos más influyentes dieron su apoyo abierto y sin tapujos al demócrata Barack Obama.
En la historia periodística de Costa Rica esto no es novedad. En el pasado los medios respaldaban candidaturas particulares. Esa era la práctica. Luego cuando los periódicos se “profesionalizaron” se echaron para atrás. Sus dueños y directores pensaron que no era conveniente. Pero ¡atención! No dejaron de intervenir en la vida político electoral del país.
Se instauró entonces una peligrosa práctica. Algunas “noticias” (no digo todas) se volvieron herramientas publicitarias favorables a una candidatura particular. Es decir, se alentaron enfoques periodísticos y se escondieron otros al momento de reportar hechos político - electorales. Porque en periodismo no solo lo dicho es noticia, lo oculto también.
Respecto a las páginas o espacios de opinión se favoreció la publicación de una línea de pensamiento. Por ejemplo, si usted cuenta los artículos de opinión durante una campaña política (al menos de la oficial que arranca los primeros de octubre del año anterior a la elección) se dará cuenta de que es lo que hablo.
Respecto a la páginas de opinión, para quienes apoyan la candidatura contraria la publicación de opiniones en ese medio se vuelve una tortura, un desgaste, una lluvia de críticas al momento de hacer la gestión con la persona encargada o persona filtro, si usted lo prefiere. (Ojo esto no pasa en todos los medios pues hay páginas editoriales mucho más receptivas a reflejar la diversidad de voces propias de una democracia).
Durante el referendo del TLC en el 2007, un editorial de La Nación se pronunció a favor de la tendencia del Sí. Lo hizo unos tres días antes de la votación cuando ya se iniciaba la veda electoral. Hubiera sido deseable que lo dijera con más anticipación. Pero creo que esa fue una práctica adecuada a pesar del momento tan ajustado en que se hizo. Quiénes respaldamos el NO ya no tuvimos tiempo de contrarrestar el argumento…. Sin embargo, esa práctica un poco más pulidita debería restablecerse para las elecciones del 2010.
¿Por qué es importante que la línea editorial diga con quién va?
1.Es mejor que todos conozcamos abiertamente el respaldo del medio a una candidatura presidencial. Nos ahorraremos mucha saliva y dejaremos de hablar y criticar. Si todos estamos avisados, será más fácil comprender la dinámica de los medios.
2.La objetividad periodística no existe así que se pondrá a prueba el balance y la diversidad de voces que sí son responsabilidades de los medios de comunicación en su calidad de vehículos para poner en marcha la manoseada “libertad de expresión”. Nos quitaremos de encima ese mojigato velo de que los periodistas “somos objetivos”.
3.Si yo como profesional de la comunicación laboro en un medio que ya se pronunció a favor de una candidatura en mi trabajo informativo, es decir para la sección de noticias, me cuidaré mucho más al momento de garantizar los balances. Tendré un cuidado excesivo de dar espacio a quienes respaldan una candidatura diferente a la que defienden los dueños del medio donde laboro. Esto es fundamental para nuestro gremio y para la democracia participativa.