domingo, 29 de marzo de 2020

Hablar pero hablar mejor


En los tiempos del post-COVID



En medio de la emergencia sanitaria del 2020, Édgar Silva me acompañó entonces a la clase virtual con los estudiantes limonenses del curso Comunicación para Otras Carreras que se imparte, ahora a distancia, en la sede Caribe de la Universidad de Costa Rica.

Pasamos un rato bonito y también aprendimos mucho del colega quien  con más de un cuarto de siglo, ha demostrado que la palabra hablada es una herramienta para que la gente viva mejor
“Yo soy el único responsable al momento de hablar”, sentenció Silva. Es decir, es inválido excusarme en el “¿Me entendió?”. A partir de ahora, esta generación de universitarios tendrá en mente, primero, “el ¿Me di a entender?”
Los mensajes provocan más y mejor cambio si primero salen del corazón y luego, pasan por la cabeza. Esto quiere decir que las emociones además de memorables, favorecen más fácilmente los cambios de actitud que es en última instancia lo que persigue la comunicación interpersonal, sea cara a cara o a través de algún chunche mediático.
Debo escarbar, como una gallina (le agregaría yo), en las características del público al que me dirijo. No se trata de tener personalidad múltiple pero sí urge nivelar mis palabras a mi audiencia. Los tecnicismos del mundillo académico deben quedarse ahí escondidos y dar pie, a la fluidez cotidiana con la que las personas se volverán a comunicar, luego del COVID, en la parada, el mercado, los pasillos de la U, la iglesia, el bar.
La velocidad con la que hablamos debe ser un referente consciente de cada uno. “Lo importante decirlo des- pa – cio”, nos recomienda Édgar.

Aunque es periodista, Silva recuerda que al hablar no doy información sino primero trato de conectar con la otra persona. Si no lo logro, de nada sirve que mi mensaje sea el mejor, el más completo, el más novedoso.  Conectar implica también verse a los ojos, mover las manos, darle vida al cuerpo.
Sin duda cuando pase la emergencia del COVID-19, vale la pena  pulir nuestra comunicación interpersonal y poner en práctica los consejos de Édgar (quizás algunos ya aplican para la obsesiva oleada de audios de guasaps).