miércoles, 21 de abril de 2021

Una periodista en busca de historias globales desde América Latina

 

Ojalá cuando esté en Costa Rica donde mi abuela, en San Francisco de Dos Ríos, nos tomemos un café”, invitó Samantha Schmidt, desde Washington DC, a los estudiantes de periodismo de la Universidad de Costa Rica luego de compartir, en un diálogo virtual, uno de sus sueños profesionales. A partir de junio del 2021, esta periodista tica – estadounidense, dirigirá en Bogotá, la corresponsalía de América Latina para The Washington Post donde labora desde hace 4 años.

Arte de Any Pérez

Estudió periodismo en Indiana y  dio sus primeros pasos en Nueva York.  Luego, llegó a la capital estadounidense donde inició buscando historias durante las noches y madrugadas. Una en el 2016 la marcó: el testimonio de un familiar de una de las víctimas del atentado en contra de la disco gay en Orlando, Florida.

Luego en el 2017, a pocos meses de estar en The Washington Post, “María” amenazaba con arrasar Puerto Rico  y Samantha se ofreció a hacer la cobertura.   No solo  arregló el viaje en cuestión de horas  sino que llegó a la isla antes que el huracán y se quedó dos semanas reportando la emergencia.

“Mi mejor trabajo lo hice, cuando escribía sobre lo que me interesaba”, asegura Schmidt quien se inclina por los temas de género, diversidad sexual y feminismo. Abre un parteaguas entre activismo y ciencia. Ella se aferra a lo segundo.  Lanza un reto más: usar la identidad para hacer periodismo. Por ejemplo, si tengo raíces latinas, podré contar historias bajo una óptica diferenciada…

También, ella tiene clarísimo que el periodismo la lleva, con igual entusiasmo, a cubrir otros temas como los incendios en Oregón durante el 2020. De ahí que Samantha destaca la buena actitud al cambio y la adaptabilidad como valores profesionales.

Foto de David Chacón

Enlista otras herramientas: ser concreto, organizado y capaz de pensar - hacer la logística de una cobertura. Escribir de manera concisa, pero sin dejar de lado los detalles. Toma como ejemplo un grupo de mujeres indígenas en una manifestación y entabla un diálogo imaginario entre la persona que edita y quien reporta:  ¿Qué sentiste al estar ahí? ¿Qué llevaban puesto? ¿Qué lemas gritaban? ¿A qué olía? Ella recomienda escribir así,  casi como un guion de cine.

La tarea de Samantha  desde la nueva corresponsalía en Colombia será responderse día a día la pregunta: ¿Cómo escribo globalmente desde América Latina para que cualquier persona lea y se interese en mi historia?

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