“Ojalá cuando esté en Costa Rica donde mi abuela, en San Francisco de Dos Ríos, nos tomemos un café”, invitó Samantha Schmidt, desde Washington DC, a los estudiantes de periodismo de la Universidad de Costa Rica luego de compartir, en un diálogo virtual, uno de sus sueños profesionales. A partir de junio del 2021, esta periodista tica – estadounidense, dirigirá en Bogotá, la corresponsalía de América Latina para The Washington Post donde labora desde hace 4 años.
Arte de Any Pérez |
Estudió periodismo en Indiana y dio
sus primeros pasos en Nueva York. Luego,
llegó a la capital estadounidense donde inició buscando historias durante las
noches y madrugadas. Una en el 2016 la marcó: el testimonio de un familiar de
una de las víctimas del atentado en contra de la disco gay en Orlando, Florida.
Luego en el 2017, a pocos meses de estar en The Washington Post, “María” amenazaba
con arrasar Puerto Rico y Samantha se
ofreció a hacer la cobertura. No solo arregló el viaje en cuestión de horas sino que llegó a la isla antes que el huracán
y se quedó dos semanas reportando la emergencia.
“Mi mejor trabajo lo hice, cuando escribía sobre lo que me interesaba”,
asegura Schmidt quien se inclina por los temas de género, diversidad sexual y
feminismo. Abre un parteaguas entre activismo y ciencia. Ella se aferra a lo
segundo. Lanza un reto más: usar la
identidad para hacer periodismo. Por ejemplo, si tengo raíces latinas, podré
contar historias bajo una óptica diferenciada…
También, ella tiene clarísimo que el periodismo la lleva, con igual entusiasmo, a cubrir otros temas como los incendios en Oregón durante el 2020. De ahí que Samantha destaca la buena actitud al cambio y la adaptabilidad como valores profesionales.
Foto de David Chacón |
Enlista otras herramientas: ser concreto, organizado y capaz de pensar - hacer
la logística de una cobertura. Escribir de manera concisa, pero sin dejar de
lado los detalles. Toma como ejemplo un grupo de mujeres indígenas en una
manifestación y entabla un diálogo imaginario entre la persona que edita y
quien reporta: ¿Qué sentiste al estar
ahí? ¿Qué llevaban puesto? ¿Qué lemas gritaban? ¿A qué olía? Ella recomienda
escribir así, casi como un guion de
cine.
La tarea de Samantha desde la nueva corresponsalía
en Colombia será responderse día a día la pregunta: ¿Cómo escribo globalmente desde
América Latina para que cualquier persona lea y se interese en mi historia?
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