Nitzel pregunta sobre su mirada perdida en el cieloraso cuando pasa al frente y no sabe qué decir. Cristel sobre cómo superar las actitudes de “hostilidad” que identificamos en los otros cuando nos expresamos oralmente y Ángelo sobre consejos para cautivar a un auditorio que ya perdió la atención en lo que decimos.
Rodolfo González, periodista, aficionado al arte escénico y contador de historias, contesta una a una las inquietudes de los estudiantes de la Sede Caribe de la Universidad de Costa Rica quienes en su gran mayoría, expresan de entrada “ el pecho apretao”, “ la aceleración del corazón”, “ las ideas que se me van” cuando les toca exponer un tema en público. Rodolfo González con estudiantes de la Sede Caribe UCR
A Nitzel, futura contadora, Rodolfo le sugirió llevar unas carpetas y ponerlas sobre una silla para que la atención inicial del auditorio esté puesta en otro lado, mientras ella agarra fuerzas para hablar. ¡Claro e incorporar esas carpetas en mi introducción: “Ahí se resume mi trabajo de auditoría del banco del que hoy les vengo a exponer”!
Los objetos nos ayudan a desviar la atención de la gente y por lo tanto a bajar ese protagonismo que a veces nos asusta. Esos objetos pueden ser “personajes” que nos acompañan en nuestra exposición y al hacerlos visibles, también nos facilitan contar el cuento de manera más ordenada.
La idea de un rico almuerzo, es decir, dar primero “la ensalada” antes del “plato fuerte” es otra imagen a la que Nitzel puede recurrir para que su auditorio no note ese espacio de reflexión previo que ella necesita, antes de coger impulso para compartir los hallazgos principales de su discurso o exposición. ..La ensalada entretiene a la gente antes de la carnita.
Para Cristel, estudiante de Turismo Ecológico, el consejo de Rodolfo consiste en fijarse en un “rostro amigo” y si no existiera físicamente esa cara que nos presta atención: ¡Hay que imaginarla!
Cristel tendrá muy pronto mucha vinculación con turistas, algunos deseosos de aprender de la fauna y la flora pero otros, enfocados solo en su teléfono celular que transmiten desinterés.
Entonces, siempre hay que darse internamente apoyo emocional para expresarnos con confianza, aconseja Rodolfo en este curso de “Comunicación para otras Carreras”.
Ese “cariñito emocional” lo podemos imaginar, o bien, manifestarlo con gestos que nos tranquilicen como acariciarnos el brazo, rozarnos suavemente el pelo o tocarnos los cachetes.
Y para que Ángelo recupere la atención de su auditorio, además de un cambio en su postura corporal o del tono de su voz, hay un consejo que siempre funciona, principalmente para carreras como la de él, la Ingeniería Química: ¡Hable siempre con ejemplos cercanos a la gente!
Nuestros gestos y los gestos de nuestra audiencia nos dan información, para bien o para mal, sobre actitudes y sentimientos que circulan justo en el preciso momento cuando abrimos la boca. El lenguaje corporal es tan variado como personas hay. Sin embargo, existen consejos para mejorar nuestra comunicación "no verbal" que solo son de utilidad, si antes hemos examinado nuestros propios gestos. Por eso no está de más: hablar frente a un espejo o grabarse con el cel para obtener un diagnóstico de nuestra postura, nuestras manos, nuestra expresión facial...
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