El embajador tico en China es banquero. Tiene dos sombreros: uno de funcionario público y otro de empresario. Posiblemente muchos de nosotros también los tengamos. Por ejemplo, un agricultor es regidor y participa en el comité de agua o una ama de casa es maestra y hasta coordina la junta de educación.
¡Eso no está mal y es feo señalar de entrada a quien tenga diversidad de participaciones en una esfera privada y en otra pública!
Lo que sí sorprende es que el embajador (y sus jefaturas) no comprendieran el ABC que posiblemente el agricultor y el ama de casa si manejan al dedillo al momento de tomar decisiones que influyan en la colectividad que representan.
Es decir, se quedaron calladiticos al momento de pasar los bonos del Gobierno chino al de Costa Rica a través de un banco privado en el que el embajador tico en China es codueño y que por tanto, tiene ganancia de esa transacción.
Pero, ¿Decir qué? Bueno, algo así como: “mejor antes pasame a otra embajada”, “mejor proponé otro banco para que se gane ese vuelto”, “¡Mejor no me nombrés en China!”.
Este ABC de la ética coloquial que practica la mayor parte de la ciudadanía costarricense podría haber servido para arreglar el caso de los bonos chinos a sabiendas de que las malas interpretaciones se venían venir…
Dicen que China escogió el banco. Es decir, “yo no fui, fue te te té”.
Nos cuenta la prensa que ese era el único banco que podía hacer la transacción. Está bien, entre tanto tecnicismo financiero, uno puede creerlo. Pero, ¿Le habrán dicho a los chinos algo como: “fijate que problemón nuestro embajador participa en el capital accionario de ese banco”? ¿O es que ese es un detalle morboso y malintencionado?
Ahora, nos dicen que el embajador pidió que hicieran público el tema de los bonos…. ¿Incluido que el banco de sus intereses haría la transacción?... ¡Qué bien el ABC de la ética coloquial funciona y no hay necesidad de traducirlo al chino!
1 comentario:
fatal.
Publicar un comentario