Enmanuel recorrió la clase como un
tigre en busca de su presa. Se desprendió del resto de sus
compañeros y llegó a encarar a quienes pensaban diferente, sus
otros compañeros de clase. Eso sí, mientras hablaba, dejaba ver
su sonrisa, actitud que compensó el apabullante mensaje que
transmitía con su corporalidad y desplazamiento.
Este es un debate en el que los
estudiantes del curso “Comunicación Básica” de la Sede Caribe
en Limón, ponen a prueba su desempeño oral pero también sus
posturas y sus silencios.
Da igual si alguien estaba a favor a en
contra de los bloqueos en las carreteras, como manifestación de
protesta, porque en realidad lo que contaba eran las formas al
momento de expresarse.
Mauricio, quien tuvo que defender los
bloqueos, utilizó palabras paradigmáticas: “el pueblo”, “la
democracia” y “la convivencia”. Trudy, de su mismo equipo,
argumentaba entonces: “¿Qué quieren ustedes, que el pueblo se
calle y no haga nada?”. Evelyn, también sentada, calificaba de
“egoístas” a quienes defendían la otra tesis.
Quienes argumentaban en contra de los
bloqueos, decidieron expresarse de pie. Además, Ingrid en lugar de
generalidades, habló del impacto negativo de los bloqueos para “los
jornaleros” y quienes “esperaban citas” en hospitales y
clínicas. Jennifer recordó que incluso con bloqueos, hay que
trabajar porque “la plata no llega a nuestras casas”.
Crystin, quien sí defendía los
bloqueos, vio la estrategia del grupo contrario y emuló la buena
práctica de hablar de pie. Su sonrisa también ayudó al dirigirse
al jurado, algo que su contrincante Ana Gabriela también utilizó
con soltura.
Sin embargo, ya los jueces Deivid y
Sofía tenía su veredicto: los antibloqueos habían permeado más,
gracias a su expresión oral y corporal. Sin embargo, el profe
Alejandro encontró en ambos grupos, las herramientas valiosas para
la expresión oral y el ejercicio en clase, había logrado el
objetivo de ponerlas en práctica.
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