En
el vigésimo aniversario de www.elfaro.net
chispearon, algunos consejos para iluminar la profesión.
1.Desde
México, el politólogo y escritor Emiliano Monge, nos contó que el
periodismo es capaz de cambiar la realidad; la literatura, por su
parte, puede cambiar a una persona. En ese límite entre literatura y
periodismo, nos curó la conciencia porque no hay nada de malo al
fijarnos en lo bueno: “No es posible la originalidad sin la
imitación”. Recordó que las lecturas conducen a más libertad.
Todo escritor (yo diría: todo periodista) empieza siendo lector.
2.Valeria
Luiselli, también escritora mexicana, dijo que la violencia – un
tema muy presente en las noticias- es como la energía: se modifica
de lugar en lugar. Puede estar en el lenguaje, en la institución; no
necesariamente solo en lo físico que es lo más evidente. Por eso,
hay que buscar las caras para trascender los números y las
estadísticas.
3.Mónica
González de Chile advirtió del peligro de quedarse sentado.
“Siempre y cuando no sean oficinistas...es un privilegio ser
periodista”. El mejor periodismo se hace en equipo. Esa
colectividad permite, además, mantener el cable a tierra para evitar
la egolatría. Pero hay que tomar esto con humildad y rigor. El periodista
no es el protagonista, aunque ”el humor es la mejor herramienta
contra el tirano porque hay que aprender a desarmar el miedo” . Los
periodistas tenemos la obligación de estudiar. “¿Cuál es la
ecuación? Estudio y enfrentar acosos.“Los invito a participar del periodismo militante por la democracia”. Los periodista somos escrutadores para que la democracia se perfeccione y el crimen organizado no carcoma la sociedad.
4.La cubana Mónica Baró es una “periodista de barrio” que enfrenta la adversidad acogida al periodismo. Por simple que parezca, sigue los procedimientos y los protocolos: contrastar fuentes y solicitar entrevistas porque en Cuba, las instituciones todavía se sorprenden de que les pidan información. “Si hay algo que nos distingue es la irreverencia frente al poder”. Mónica no encontró espacio en el sistema de prensa estatal y ahora, desacraliza el poder con ironía y la risa como la estrategia.
5.En El Salvador, la cuna de El Faro, Carlos Dada nos habló de que la pasión por el periodismo, implica dolor y sacrificios. Hay adversidades económicas, políticas, amenazas... Enumera que en dos décadas, han desfilado unos 100 periodistas y todos han entregado más de la cuenta. El periodismo no es una plaza burocrática. “Transformar el mundo a través de un método periodístico: la verificación”. Las adversidades se han convertido en aventuras. “Nos hemos sobrepuesto a las adversidades solo con una cosa: periodismo” (y uno le agrega: “y más periodismo).
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