martes, 10 de noviembre de 2009

Prioridad, no solo inspiración


Los niños y las niñas indígenas costarricenses tienen necesidades mayores pues aún enfrentan discriminaciones, la educación formal no siempre respeta su cultura y carecen de más servicios básicos en relación con otros niños costarricenses.

Son una buena fuente de inspiración de ternura pero deben ser más que eso. Deben ser prioridad porque sus condiciones de vulnerabilidad no son éticamente aceptables en un país que predica paz y respeto.

Urgen políticas públicas que también respondan a las labores que la niñez y la adolescencia indígenas realizan aquí en Costa Rica y que en ciertos casos, les impiden estudiar. Según Unicef (2006) ellos y ellas cosechan, acarrean leña, limpian la casa, desgranan, pelan, siembran y chapean.

Quedarse admirando la nobleza de sus caritas no es suficiente.