¡Qué hijueputa montón
de partidos” dijo doña Celina al recibir las tres papeletas de la elección
municipal del 2020 en la mesa 1772: Cantón Central, Distrito Primero, Provincia
Alajuela.
Ella llegó al
Instituto de Alajuela vestida de blanco como una paloma, sostenida por un
bastón y con sus mejillas bien coloreteadas que resaltan aún más, gracias a un pelo blanco acolochado… La muchacha que hacía de guía del Partido Liberación Nacional la esperaba en
la puerta mientras ella, de fijo, votaba ese partido que resultó ganador al
final de la jornada, y como casi siempre, no era el mío.
Es una muestra masoquista de ganas de joderse hacer de miembro
de mesa en una jornada que inicia a las 5 de la mañana con una tula de
varios kilos a cuestas y hasta las 9 de la noche cuando se
entrega, requetecontado, todo el material electoral.
Si usted sale a
orinar hay que anotar la “incidencia”, a uno le duele la cintura de estar sentado, no
sabe si es hambre o alguna pasada estomacal por la falta de movimiento mientras
apretan los calores y el sol de febrero.
Uno tiene que procurar los silencios para controlar las ganas de despotricar
cuando oye: “recuerde que decidimos no usar el celular”, “el cafecito mejor se
lo toma en el rincón”, “no se atrase con la firma”. Al inicio llegás cargado de inseguridades con
la gente del partido contrario, sentimiento que como el síndrome de Estocolmo, pasa
hacia un letargo de amiguismo bárbaro.
También pasaron varios Chacón: primero, el exmagistrado Francisco, de camisa a cuadros verde y blanco. Luego, la exdiputada doña Leticia. Ella, papeleta en mano, iba a salir de la junta electoral antes
de votar en busca de los anteojos. Hubo que frenarla.Pidió una silla para para hacerlo tranquilamente. También Don Roberto quien se acercó a la urna y como vio complicada la cosa, prefirió devolverse
con las papeletas abiertas, para que su hija le ayudara. Afortunadamente no las
había marcado. Son toda una generación grande de alajuelenses que sigue dando
muestras de civismo en un proceso electoral donde el abstencionismo gana.
Pollo Macho,
reconocido alajuelense cuyo apellido también empieza con la “Che”, no se asomó.
Fue uno de los 455 alajuelenses a los que el Tribunal le imprimió papeleta en esa
mesa en la que estaban inscritas 709 personas, y ahora el papel deberá
reciclarse sin haberse usado... Sí, en esa mesa, apenas votó el 36% de la gente
que estaba inscrita.
Eso sí, ahí apareció
en pantaloneta el expresidente de la Corte,
Carlos Chinchilla. También desfiló aquel
empresario Chanto que cuando el Banco Anglo cerró, ostentó en los noventas, el
título de ser uno de los principales deudores.
Una vez destapada la
piñata de los votos, me retumbó, aquel mismo
hijueputazo de doña Celina. Pero es
un hijueputazo cargado de civismo, renovado por el compromiso de quienes la
pulsearon y no ganaron, y ante todo, un premio por compartir una jornada con quienes seguimos creyendo en el poder de tiquicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario