lunes, 3 de febrero de 2020

Mesa 1772: Central, Primero, Alajuela


¡Qué hijueputa montón de partidos” dijo doña Celina al recibir las tres papeletas de la elección municipal del 2020 en la mesa 1772: Cantón Central, Distrito Primero, Provincia Alajuela.
Ella llegó al Instituto de Alajuela vestida de blanco como una paloma, sostenida por un bastón y con sus mejillas bien coloreteadas que resaltan  aún más, gracias  a un pelo blanco acolochado…  La muchacha que hacía de guía del Partido Liberación Nacional la esperaba en la puerta mientras ella, de fijo, votaba ese partido que resultó ganador al final de la jornada, y como casi siempre, no era el mío.
Es una muestra masoquista de ganas de joderse hacer de miembro de mesa en una jornada que inicia a las 5 de la mañana con una tula de varios kilos a cuestas y hasta las 9 de la noche  cuando se entrega, requetecontado, todo el material electoral.
Si usted sale a orinar hay que anotar la  “incidencia”,  a uno le duele la cintura de estar sentado, no sabe si es hambre o alguna pasada estomacal por la falta de movimiento mientras apretan los calores y  el sol de febrero. Uno tiene que procurar los silencios para controlar las ganas de despotricar cuando oye: “recuerde que decidimos no usar el celular”, “el cafecito mejor se lo toma en el rincón”, “no se atrase con la firma”.  Al inicio llegás cargado de inseguridades con la gente del partido contrario, sentimiento que como el síndrome de Estocolmo, pasa hacia un letargo de amiguismo bárbaro.
También pasaron varios Chacón: primero, el exmagistrado Francisco, de camisa a cuadros verde y blanco. Luego, la exdiputada doña Leticia. Ella, papeleta en mano, iba a salir de la junta electoral  antes de votar en busca de los anteojos. Hubo que frenarla.Pidió una silla para para hacerlo tranquilamente. También  Don Roberto quien se acercó a la urna y como vio complicada la cosa, prefirió devolverse con las papeletas abiertas, para que su hija le ayudara. Afortunadamente no las había marcado. Son toda una generación grande de alajuelenses que sigue dando muestras de civismo en un proceso electoral donde el abstencionismo gana.
Pollo Macho, reconocido alajuelense cuyo apellido también empieza con la “Che”, no se asomó. Fue uno de los 455 alajuelenses a los que el Tribunal le imprimió papeleta en esa mesa en la que estaban inscritas 709 personas, y ahora el papel deberá reciclarse sin haberse usado... Sí, en esa mesa, apenas votó el 36% de la gente que estaba inscrita.
Eso sí, ahí apareció  en pantaloneta el expresidente de la Corte, Carlos Chinchilla. También desfiló  aquel empresario Chanto que cuando el Banco Anglo cerró, ostentó en los noventas, el título de ser uno de los principales deudores.
Una vez destapada la piñata de los votos,  me retumbó, aquel mismo hijueputazo de doña Celina. Pero es un hijueputazo cargado de civismo, renovado por el compromiso de quienes la pulsearon y no ganaron, y ante todo, un premio por compartir  una jornada con quienes seguimos creyendo en  el poder de tiquicia.

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