lunes, 8 de diciembre de 2008

Personaje de Año

La prensa tiende a sacar a finales de año, los personajes que según el medio de comunicación han sido noticia.

El grupo Nación publicó sus primeros personajes en su periódico estrella. Cuenta 22 historias diferentes.

Trae buenas fotos y textos más amplios y cuidadosos en relación con la noticia diaria. Dedica la quinta parte a exaltar la figura de ministros y ministras de gobierno. Solo cuenta la historia fallida de un exministro. Resalta a tres presidentes ejecutivos, dos de ellos representan las instituciones públicas que se abren a la competencia con el TLC.

Si sumamos ambos grupos, los ministros más los presidentes de las instituciones, nos encontramos que casi el 40% de las caras son gobierno central.

También hay dos diputados, uno oficialista en la primera gran historia y otro de oposición en el último de los 22 reportajes. Aparecen dos personas que aspiran a la candidatura del partido oficialista. Podemos entonces concluir que vemos una tendencia a exaltar las figuras vinculadas al gobierno y al partido gobernante.

Esta “información” revela la tendencia de buena parte de la prensa al momento de hacer noticia a partir de la fuente oficial. Si una persona lectora toma ese periódico, recién llegada de Marte, pensará que en Costa Rica no hay sociedad civil, ni liderazgos comunales, ni iniciativa privada y casi caso un solo, único y sólido partido político. Algo muy similar, lo más similar a Cuba o China.

Nadie se acordará en diciembre que a lo largo del año hubo algo el Sardinal, Guanacaste. Algo que tenía que ver con el agua. Bajo esa óptica tampoco ocurrió nada en Las Crucitas. Mucho menos, en medio de las birras y los chinamos, nadie recordará Rafael Antonio Pérez Sánchez, quien murió por la falta de condiciones sanitarias mientras trabajaba en un proyecto hotelero en construcción. Tampoco hubo ningún magistrado que debió renunciar a su alto puesto en el Poder Judicial por asesorar a Casa Presidencial y tramitar algunos temas de su interés.

Una responsabilidad de la prensa es permitir la diversidad de voces, independientemente de la línea ideológica de los dueños del medio. Si solo el gobierno habla, la prensa se convierte en un vehículo ajeno a los principios democráticos en que creemos buena parte de la gente de tiquicia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

por eso hay que seguir escribiendo, Ale. Otras cosas.

Naty dijo...

excelente comentario, ale. hace días andaba buscando alguien que hablara de esta barbaridad.