lunes, 29 de diciembre de 2008

¿A qué horas llegás? “Tipo tres”


Tiquicia tiene maneras espectaculares de no comprometerse de entrada con nada ni con nadie. Los ticos y las ticas somos quitados hasta para decir a qué hora nos encontramos con alguien.

- ¿A qué horas llegás?

-Tipo tres.

Eso puede ser perfectamente a las cuatro y quizás un poquito más tarde. Ni que decir del: “bueno, ahí nos hablamos” (y la otra persona no tiene ni el número nuestro).

Convertir la hora en un adjetivo precedido de la palabra “tipo” además de decorar la palabra y hacerla más rococó, responde directamente a algunos rasgos de nuestra personalidad “costarricense”. Somos impuntuales es cierto pero más aún somos individualistas, poco solidarios con la realidad de los demás y excesivamente egocéntricos.

Si tuviéramos que echar en un saco todos nuestros rasgos y echárnoslo al hombro sin duda esa falta de compromiso con la administración del tiempo tendríamos que cargarla en el gangoche.

Pero ese en realidad es un asunto cosmético. En el fondo somos “pura vida” y con una sonrisa arreglamos la torta. El problema no es llegar una hora más tarde o decir: “bueno ahí llego”, sino que esa misma actitud se reproduce en otras situaciones de la vida cotidiana y de la realidad del país.

Sentimos pesar por un río sucio pero no somos capaces de organizar un grupo de gente para limpiarlo, nos dan pena las personas que vive en una barriada de latas herrumbradas pero limpiamos nuestra conciencia viendo la entrega de regalos del “sueño de navidad” de alguna televisora local, somos conscientes que la educación de los chiquitos y las chiquitas es lo más importante pero con el aguinaldo no se planifica la entrada a clases de febrero.

Si cambiáramos la forma de decir la hora a la que llegamos a un lugar a encontrarnos con alguien, empezaremos a asumir una actitud más solidaria y mucho más colectiva para responder a las tareas pendientes. Ese es un buen compromiso para el 09.

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